En las últimas semanas, se han sucedido unos acontecimientos que han reabierto dos debates que aunque distintos, son compatibles. Por un lado tenemos las revueltas de Libia y el consiguiente problema de abastecimiento de petróleo, reavivando el debate de la dependencia y el ahorro energético; mientras que, por otro lado, esta la alerta nuclear activada recientemente en Japón tras el tsunami que asolo el noroeste del país el pasado viernes 11 de marzo.
En el caso de las revueltas al de Libia y otros países del norte de África, el problema es claro, una fuerte dependencia de las principales potencias a nivel mundial de los países productores de petróleo que hace que ante situaciones como la que se esta viviendo en una naciones productoras de petróleo, gran parte del mundo desarrollado se eche a temblar. Es por esto que muchos de estos países se lanzan a tomar medidas para ahorrar energía y evitar así la dependencia de terceros. En el caso de España la famosa reducción de la velocidad máxima en autopista a 110 Km./h, medida tomada por escepticismo por mucha gente.
La dependencia energética de los países desarrollados es clara y por tanto se deben tomar medidas para que esta cada vez sea menor, ya sean de ahorro de energía o de nuevas forma de producción eléctrica, ante las cuales se postulan como grandes favoritas las energías renovables, pero una cosa se debe tener clara, esta energía es el futuro, pero aun no es el presente, no es ni rentable ni eficaz, aunque terminara siéndolo, pero para eso hay que tener paciencia y no precipitarse en el camino.
Ligado al debate de la dependencia energética, esta el debate de la energía nuclear el cual a tomado fuerza tras los últimos sucesos de Japón. La principal cuestión que se trata aquí es la necesidad de apostar por las energías renovables o por unas fuentes energéticas más probadas pero que despiertan más temor en la población por las consecuencias de un fallo en la producción.
No hay duda de que un problema en una central nuclear seria catastrófico, pero más cierto es aun que el suceso en Japón es el primero en 25 años. En España la producción de energía nuclear es de más del 45% sobre el total de la producción energética española, y no se han registrado aun problemas de radiación en nuestro país. La energía nuclear no genera gases de efecto invernadero y tiene un porcentaje de error extremadamente bajo, siendo poco frecuentes los fallos en el proceso productivo. Cada día es mas el control sobre esta energía y menor el riesgo a una catástrofe nuclear, además, la evolución de la tecnología, harán que cada vez, estos riesgos se reduzcan, siendo una razonable fuente de energía totalmente compatible con las energías renovables.
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