martes, 23 de noviembre de 2010

El rescate de Irlanda inflama los mercados y deja a España y Portugal bajo la lupa

Como se esperaba desde hace semanas, el gobierno irlandés cedió a las presiones de la euro-zona y pidió finalmente ayuda para no incurrir en una suspensión de pagos inminente. Dicha ayuda, que no superara los 100.000 mill. De €, sera proporcionada por la UE y el FMI, convirtiendo a Irlanda en el segundo país del euro que la precisa, después de Grecia.
Esta anuncio ocasiono una gran convulsión en los mercados, afectando sobre todo a España y Portugal, “potencias” que están siendo vigiladas con lupa por el temor a ser las siguientes en pedir auxilio. El caso de España preocupa especialmente en el panorama internacional, puesto que seria el ajuste que requeriría un mayor desembolso económico por parte de los estados auxiliadores. Estos temores han elevado notoriamente el diferencial de la prima de riesgo de los bonos de los estados ibéricos, aumentando con ello el riesgo de impago.
Echando la vista atrás, recuerdo una época en la que estos países, conocidos como PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España), eran la imagen viva del milagro europeo, obteniendo tasas de crecimiento envidiables, ¿como puede ser que con esas tasas de crecimiento ahora se encuentren en tantos problemas?
Estos países entraron en la UE con poco mas de una década de diferencia, desde la entrada de Irlanda en 1973 hasta la entrada de España y Portugal en 1986, pasando por la de Grecia en 1981. Estos cuatro estados ingresan en la UE con una estructura económica principalmente agraria o primaria, y sufren una gran evolución en poco tiempo hasta tercializar su economía, sin crear una estructura industrial suficientemente estable y fuerte sobre la que se apoyase la economía en una situación de crisis de los sectores terciarios de estos.
Estas economías parecían crecer como impulsadas por reactores, ahora queda claro que no se trataba de un milagro, son, mas bien, de un truco de un prestidigitador que nos ilusionaba. Pero la realidad era que estos cerditos engordaban victimas de unos piensos llamadas bajos tipos de interés y expansiones crediticias, induciendo poco a poco a un crecimiento insano, que colapsaba las arterias del sistema financiero con malas inversiones que al cabo de un tiempo le provocaron un fallo del que le costara recuperarse.
No cabe duda de que cada uno recoge lo que siembra y en los citados países se están pagando las consecuencias de no haber las bases de un crecimiento sano y solido.

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